lunes, septiembre 09, 2013

Obsesión por las cámaras

Desde la aparación de las DSLR el mundo de las cámaras de video ha cambiado de una forma salvaje y nuestra obsesión por los gadgets se ha multiplicado exponencialmente.

Digamos que la obsesión no es nada malo, si Spielberg o Coppola no hubieran estado obsesionados con el cine, seguramente no habrían hecho muchas de las grandes películas que tienen a sus espaldas. De la misma forma, si Lucas y un puñado de visionarios del digital no se hubieran obsesionado por mejorar la tecnología para llevar a la pantalla las ideas que tenían en la cabeza, nuestro sector seguiría de alguna forma, en pañales.

Pero hemos llegado a un punto en el que parece que sólo vivimos obsesionados con la tecnología, desde los móviles a las cámaras, parece que cada día hay novedades que dejan obsoletos los gadgets que ayer llenaban titulares, tanto es así, que hay multitud de blogs y webs que viven única y exclusivamente de esas noticias y novedades.

Sony anuncia una nueva cámara handycam capaz de grabar 4k, Canon dos nuevas DSLR y una nueva incorporación a la familia, ya hay gente hablando mal de ellas, otros las dejan por las nubes, unos las testean y comparan con las anteriores, los bitrates, workflows, codecs, tamaños de sensor, capacidad e las tarjetas y compatibilidades varias son puestas en tela de juico, analizadas y comentadas. Se generan debates sobre qué sensores son mejores, qué habría que mejorar, que habría que incluir en los nuevos updates de firmware, pero...


Estar al día está muy bien. Estar informado también. Yo leo, me informo, exploro, descubro, comparto, pruebo, analizo, comparo, sí soy el primero en el frente engullendo información sobre nuevas herramientas, ya sean cámaras o soportes, ya sean programas o plugins, complementos o metodologías de trabajo, porque es bueno estar a la última y es importante saber qué herramientas te van a ayudar a mejorar el resultado de tu trabajo y sobre todo qué herramientas te van a ayudar a optimizar los tiempos de rodaje y entrega.

Pero se me plantea una serie de preguntas que se repiten constantemente cuando leo novedades... ¿nos estamos obsesionando demasiado con la tecnología?  ¿estamos olvidando lo que hace que un produto audiovisual funcione?

Rodar con la últimísima tecnología está bien... pero si nos olvidamos del contenido, de la historia, de los personajes, del público, de la música.... ¿de qué sirve?

Hay que saber cómo usar las herramientas que tenemos a nuestra disposición para sacar el mayor provecho de ellas, usar para cada trabajo la herramienta adecuada y nunca olvidar que lo que hacemos al fin y al cabo es explicar historias.

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